El tiempo y la semana santa

Bueno, tras mucho esperar por los exámenes de Febrero, las fiestas de marzo y la pereza de abril aquí estoy de nuevo, para mis pocos y queridos seguidores. Hace tiempo que no escribo pero esta entrada la voy a dedicar a una de mis más queridas fiestas de mi tierra patria: la semana santa granadina. 

Pueda pensar el lector no granadino/no andaluz que la semana santa es una semana dedicada a la pasión-muerte y resurrección de Cristo (si se es católico) una semana donde se sacan a la calle bellas esculturas por el barrio de Triana y demás. Pues no. No es así. La semana santa granadina no es la semana santa sevillana. Esto puede parecer una estúpida obviedad decir eso pero no lo es cuando desde los medios de comunicación como la cadena de todos o Telecirco o Antenaanuncio donde al hablar de procesiones sólo sacaban "sevillanadas".

Por si hay algún lector que no me conoce he de dejar claro un par de cosas: 1) Sevilla no es Andalucía así que por favor: deje usted de imitar andaluces diciendo "miarma" "quillo" y seseando; 2) Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios. Con esto último quiero decir que sin quitar mérito a la bella semana santa sevillana que no se olviden de que al este existen otros andaluces y que hay más vida allende Triana.

Hablando sobre la Semana Santa no se nos puede olvidar una cosa el tiempo. El tiempo. ¿Qué es el tiempo? Pues mire usted el tiempo es un ente más allá del espíritu y el entendimiento humanos con personalidad propia y con un sentido del humor que roza lo irónico. ¿Se me ha ido la olla? Puede. Pero el tiempo es un factor que no se debe olvidar si se va a exponer obras de arte de siglos. Lo más gracioso es que uno está en Febrero con un termómetro rozando los 20 grados y sin gota de lluvia. Uno está en Marzo y nada de lluvia y sobrepasando los 30 grados. Llega Abril y de prostituta progenitora (forever feel like a sir) temperaturas veraniegas y sol. 

Eso sí llega el tiempo de semana santa y todos nos confiamos. Buen tiempo calor pero ¡ay! la lluvia está ahí. La muy malvada. La mala pécora. Sí señores. Todo un año esperando a salir y resulta que se tiene que poner a llover. Pero además no poco. Todo lo contrario. Con ansia viva. A más no poder.

Por eso y bien mojado se puede concluir con el siguiente Konsejo (lo de la K es por kracian, no me he vuelto cani)

"Por favor: su usted desea viajar a Granada en Semana Santa, traiga paraguas, le hará falta"